Recuerdo akella cosa horrible.
Ella era una gorda enorme y barata de la calle Arteaga
y parecía tener
un pequeño monstruo peludo en su clítoris.
Un infernal bigote hitlleriano imposible de olvidar.
Jadeaba y se deleitaba con mis blasfemias eyaculatorias:
¡Por el culo de Cristo!
¡Por la verga de Dios!
¡Por la panocha virgen!
Torcía loca su sonrisa y se le botaba una teta
de su sucio sostén amarillo.
Gritos y palabras sueltas
en honor a akel otro mártir...
Maestro del placer, el genio, el odio, el asco
el desprecio y la crueldad humana.
J.C.V.R.-->6
29.8.07
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